En la memoria de nuestro país y la del mundo, apenas se registran los nombres de algunas de nosotras frente a la apabullante presencia masculina, muchas veces destacando nombres de dudosa heroicidad y mérito. En marcado contraste, las mujeres hemos tenido que hacer esfuerzos sobrehumanos para que se nos reconocieran nuestros aportes con un instrumento propio de incidencia política para la gestión pública.